octubre 22, 2008

accident.

... Se apresuraba por ausentarse del tugurbio, sin saberlo iría del infierno al paraiso antes de terminar de sonrreir, producto de la ansiedad vasilaba al contestar el fruto de la tecnología, porque gracias a Dios con el correr del tiempo se había puesto al día y sabia como hacerlo. Recorrían su cuerpo un conjunto de síntomas anormales, dignos de merecer una receta de médico de cotillón. Dejó pasar poco mas de veinte horas para entender con mas exactitud lo que estaba sucediendo, no existían rastros de concentración para optar por los atavíos, posturas, o temas de conversación, era momento de transitar esos malditos metros que se presentaron por equivocación, desafortunada equivocación, momento de sacar su identidad impresa del pequeño bolso virgen y entregársela como quien entrega su cuerpo al fortachon de la puerta para ver si aceptaría su rostro, y así, le permitiera pasar. Ella estaba sola, no podría un hombre estar en sus cabales y denegarle el acceso, no sabiendo que de lo contario quedaria despojada en la vereda. Fué así como entonces subió el par de escalones sin titubear, las pupilas se dilataron por reflejo al percibir la abstención de la luz, se dirijió a la barra para simular tener una mejor ocupacion en vez de buscarlo desperadamente, reibió un golpe de imprevisto y las disculpas del placer...

octubre 03, 2008

Me quedé sin palabras..