julio 23, 2008

Vestige.

Será que quedaron vestigios de aquellos tiempos de placer. Será que ella se aferra demasiado a sus instintos y no se permite experimentar...
Se sentía amordazada, guardando sus besos para el mismo destinatario de siempre. Coleccionaba historias y fracasos, álbunes colmados de principios entusiastas y finales repentinos. La ansiedad, el encuentro, la plenitud, el rechazo, y otra vez...
El remedio debía ser otro, la enfermedad debía cesar y no regenerarse.

2 comentarios:

María dijo...

amiga
love!
me voy
jaja

Anónimo dijo...

De trampa como siempre...
A donde te vas, A DONDE???

Quiero sacar ese maldito faro. Que por cierto tiene algo que ver con vos. Y con el mismísimo VIEJO.